La técnica de impresión offset está especialmente indicada para acometer con una gran calidad de impresión la producción de grandes tiradas, frente a la impresión digital –más orientada a las pequeñas fabricaciones–.
En función de las características del trabajo, podemos imprimir mediante una tinta, dos, cuatro (mediante la combinación de cuatro tintas conseguimos toda la gama de color), o incluso más de cuatro tintas –por ejemplo, para trabajos con requerimientos concretos como cuatricromías + tintas directas «pantone»–, o bien tintas metalizadas especiales –como plata…–
Folletos, catálogos, papelería corporativa –en la que la reproducción del color tiene que ser exacta–, sobres, formularios con numeración variable –talonarios, albaranes, facturas…–